La “nueva normalidad” intensificó el uso de la tecnología para mejorar la forma en que aprendemos y enseñamos. Fue un impacto inesperado para muchas universidades, en ausencia de interacción física, los docentes/educadores lucharon por facilitar y crear sus propios recursos de aprendizaje digital, como resultado, la educación se redujo a clases por medio de Zoom, interacción por medio de Microsoft Teams o el uso de un algún LMS, luchando por participar y conectarse con los estudiantes.
Es importante mencionar que no todo fue negativo, de todos los desafíos que trajo consigo la pandemia, esto fue algo positivo para el mercado de la tecnología educativa, representando un momento único para que el sector evolucione y crezca. Según una encuesta realizada por Jisc, “las partes beneficiarias (stakeholders) de las universidades creen que el futuro de la educación superior posterior a Covid es híbrida, combinando lo mejor de lo físico, lo digital y lo online”.
La tecnología digital puede mejorar el acceso a la educación. Actualmente, en este mundo tecnológicamente avanzado, muchas universidades e instituciones de educación superior están adoptando métodos únicos para transformar la enseñanza. Combinan el uso de la tecnología con estudios teóricos y prácticos para sacar el mejor resultado de los estudiantes para abordar problemas del mundo real. En conclusión, esta pandemia ha fortalecido las plataformas en línea y los programas de educación a distancia para estudios superiores.